Mi extraño sueño y mi despedida.
--¿Hola?... ¿hay alguien allí? –Miraba hacia los lados buscando una respuesta de aquel sonido que no era humano y que susurraba mi nombre--
--Faithe…vuelve a mí...-se escuchaba una voz suave y tierna desde la niebla--
La niebla era muy espesa casi no se podía ver, entre ella pero eso seguía llamando mi nombre entre la niebla, pero no estaba segura si debía entrar, al parecer no había más remedio ya que de todas formas, me hallaba entre la niebla también. Me dispuse a caminar ciegamente entre la niebla buscando de donde venia esa voz que me llamaba, hasta que al final pude ver entre la niebla una luz.
--¿Hola? –Decía con temor, no sabía que había en esa luz-
Faithe…regresaste, donde estabas? – me hablo un muchacho alto tendría unos 16 o 17 años, tenía el cabello castaño oscuro y sus ojos eran color miel, estaba parado en un poste de luz. Al parecer para el yo era conocida-
--Faithe…? Acaso ya no me reconoces?-decía con una voz suave y aterciopelada que cualquier chica caería a sus pies.--
--Disculpa…no te reconozco te eh visto en alguna parte?...-en ese momento el chico se puso pálido, me miraba con una expresión de tristeza.--
--No puede ser, ya tu faceta de re-encarnación ah terminado, no puede ser Meredith tenía razón… te eh perdido jamás debimos hacer este pacto de volver a nacer…Fathe ojala tengas buena suerte en esta vida. Te Amo espero encontrarme contigo.--
Y en ese momento…Desperté gracias al resplandor del sol y el sonido de la voz de mi madre.
--Querida?...es hora de despertar...faithe, recuerda que tenemos que irnos.--
--Mmh…? Si madre ya me levanto...--
Al fin y al cabo tuve que levantarme, así tuviera ganas o no…me iría a Seattle, a mi madre le dolió demasiado la muerte de mi padre hace 8 u 9 años, atrás...murió de un infarto, mi madre Jacqueline estuvo siempre con él, y dijo que siempre lo acompañaría a donde fuera. Pero esta vez creo que no podrá…por la situación económica que pasamos mi madre decidió que esta misma mañana nos fuéramos a Seattle justamente en mis 16 años, pero no podía (al menos para mí) dejar todo esto atrás
Primero, era mi hogar el lugar en donde nací y crecí…y conocí amigos.
Segundo, no podía dejar atrás a mis amigos, Fanny y David. Para mi ellos eran más que amigos, mis hermanos…además no podía hacer nada, así que decidí despedirme de ellos lo más pronto posible (y si daba tiempo) antes de emprender el viaje a Seattle.
Llame lo más pronto posible a Fanny, para decirle que ya me iba a ir y que me despediría de ella, y de David decidimos encontrarnos en la casa de Fanny.
--¡Faithe! –Grito Fanny- no te puedes ir así! Amiga…te necesitamos para estos próximos años que vienen…más que todo en la secundaria…--
--Fanny tiene razón Faithe, por favor piensa en nosotros! Tus amigos, sabemos muy bien que lo de tu padre, fue hace 8 o 9 años atrás…pero tampoco se tienen que ir.--
--¡Ash!...chicos entiendan que para mí no es difícil, es difícil para mi mama ¿ok? ella perdió a la persona de la cual se enamoro, eso para ella es obviamente un golpe duro.--
--Lo sabemos Faithe, ¡pero no es justo que por eso se tengan que ir tan lejos! ---Por cierto, ¿a dónde van?-preguntaban Fanny y David curiosos--
-Nos iremos dentro de unas horas a Seattle…si, lo sé a un pueblo que se llama Derritgrinds.--
--Que nombre más raro, pero de todas formas, si logras convencer en estas horas que faltan a tu madre para que no se vaya.--
--David, es que no lo entiendes, ya trate de convencer a mi madre para que no nos fuéramos y es completamente y absolutamente imposible...--decía sollozando--ya…yo no puedo soportar más esto, una parte de mi quiere irse a explorar ese pueblo…y andar con libertad mientras que otra parte de mi desea quedarse aquí, con ¡ustedes!--
Las horas antes de irnos para ese lugar el cual tenía mucha curiosidad pero a la vez desprecio hacia ese sitio...las pase con Fanny y David, hablando sobre la vida después de la muerte
--Em.… ¿chico? Ustedes creen en la vida después de la muerte, quiero decir, la reencarnación?--
--Vamos, Faithe de dónde has sacado eso?...--
--Nada, solamente un sueño...que imaginaciones las mías ¿No? –decía tragando saliva--
--¡Vamos Fathe! Cuenta el sueño, queremos saber…-decía David todo entusiasmado--
--¡No! Por supuesto que no lo contare, quiero que se cumpla…quiero ver quién es ese chico misterioso que anda en la niebla.--
--Anda! Pero si es solamente por un chico –empezó a fastidiar David- vamos…que será divertido oír esto…--
--Por favor David, madura... –le regañaba Fanny- deja en paz, si ella no lo quiere contar, está bien...te entendemos Faithe.--
--Va…que mala eres quería oír el sueño y ese “chico” tan interesante de la cual ella hablaba. —
Las horas pasaron hasta que eran exactamente las 3 de la tarde mi madre vino a recogerme para irnos a Seattle, Fanny comenzó a llorar como si se le hubiera muerto algún familiar y David solamente se acerco a mí y me dio un amuleto, me dijo que había pertenecido a su tátara-abuela y que según decía ella, era mágico te protegía contra cualquier maldad tenia forma de luna.
Sin decir más le agradecí a David por el regalo y me monte en el auto y partí hacia Seattle, Derritgrinds.
--No te olvides de escribirnos ¡¡Faithe!! …¡te extrañaremos! -Decía Fanny agitando su mano mientras me iba— parecía la propia escena de una película romántica o sino triste.
--Mira, david alli va nuestra amiga.. de seguro la extrañaremos demasiado, ojala nunca se olvide de nosotros--dijo Fanny sollozando.
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